viernes, 21 de septiembre de 2012

Un mes

Llegué pocos días antes de la luna llena y ya estamos a pocos de la siguiente, la sonrisa picarona que nos enseña estas noches nos lo dice. También me dice que así, a lo tonto, llevo un mes pisando de nuevo estos lares. Por ahora todo tranquilo, un mes de reencontrar los huecos hechos la temporada pasada y de hacerse los nuevos.
El recibimiento fue fantástico. En el aeropuerto, hermanitos esperando para repartir abrazos, Walid con la reserva de tres noches de hotel que pensaba esta vez que no tendría (nadie me lo había dicho antes), reencuentro con el señor contratuerca después de unos añitos y mil batallas...así que bien, muy bien, hasta la bofetada de calor al salir del avión supo cercana, como algo ya vivido de lo que no hay que asustarse.

En el trabajo, trabajando claro está. Sentir que llegas a un sitio dónde la gente te espera reconforta. Por muy cargadas que llevara las baterías después de 4 meses cerquita de Areta, 12 horas de viaje sintiendo que la distancia en kilómetros a destino es inversamente proporcional a la distancia de un abrazo suyo las deja tocadas...

La primera semana en el teatro fue de puesta apunto, de poner suelo-quitar suelo, maderas por aquí, herramientas por allá, cuerdas, suelo, más suelo... y al acabar, el último día de la semana, en los últimos minutos de la jornada, pasó lo que nunca queremos que pase: Accidente! Con la cabeza donde no tenía que estar, una pieza encallada y la mano en lugar erróneo...Zasca!!... me aplasté los dedos entre dos piezas. Como cualquier golpe hubo dolor y en principio al rato se pasa, esta vez continuo.  Por la mañana, después de una noche "toledana",  tomé el camino del hospital con el digitus medius de la mano derecha hinchado como en los cómics. (las líneas en cursiva y azul pueden causar impresión, depende de la imaginación de cada uno) Resultado: después de agujerear la uña con un clip de papel recalentado y apretar hasta el infinito para aliviar la presión, se dieron cuenta de que el dedo estaba roto, que había que extirpar la uña porque el lecho ungueal estaba destrozado y había que reconstruirlo y aleeeee, ya hubo lío. Pequeña cirugía de urgencia, anestesia, torniquete, uña por aquí puntos por allá y a casita con una baja médica de 10 días... Welcome back!!! Durante ese periodo cada dos días al "ambulatorio" a limpiar y vendar, otra visita al médico y ampliación de la baja 7 días más. Desde el pasado miércoles dedo al aire, alta médica y precaución, mucha precaución. Por ahora, en el teatro, hemos acogido una Aída, 9 joyas de la India y un par de conciertos de la Royal Philharmonic Orchestra... bueno, uno ha acogido y otros han trabajado, la verdad sea dicha.

... aquí estamos y esto es lo que hay...

Salud.

Arrierito en Omán.






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